sábado, 31 de marzo de 2012

Cuando se grita en silencio (Entrada VIII)



Una y mil razones 
   18/03/06  03:45PM 


Un espacio vacío que no se puede llenar todavía.
Una ilusión perdida en un mundo fantástico que nunca existió.
Un dolor que nació en el pasado y aún se mantiene.
Una cicatriz que cada cierto tiempo vuelve a abrirse y derrama sangre.
Un sueño desecho mucho antes de que pueda abrir los ojos y despertar.
Una desesperanza sumergida en un mar de lágrimas que no se agotan.
Un deseo inconsistente que persiste sin motivo alguno.
Una idea atravesada en el alma conectándola con el corazón.
Un recuerdo que persigue y tortura a una mente desahuciada.
Una libertad atrapada en una compleja forma de ser.
Un error cometido que aún genera y trae consecuencias.
Una culpa que corresponde más al resto menos a nadie.
Un periodo que pertenece al ayer mas aún permanece intacto.
Una huella que dejó el momento más intenso de mi existir.
Un pesar con el que se carga todos los días.
Una herida que se alimenta y crece con la soledad.
Un sentimiento aprendido y maldecido desde que comenzó a herir.
Una vida acabada mucho antes de que pueda siquiera empezar.
Un y unas mil razones no me bastarán para explicar.


De la novela Cuando se grita en silencio de Giancarlo Trigoso (Págs. 95-96)

domingo, 4 de marzo de 2012

Cuando se grita en silencio (Entrada VII)




Si bastase tan solo respirar 
 04/12/05  06:38PM


Es tan oscuro el camino que simplemente no lo veo, pero es tan grande la voluntad que me dirige hacia un mundo lleno de posibilidades. Caminando con incertidumbre dejo en cada paso marcado sobre la arena la nostalgia de todo aquello que una vez fue y hoy solo pertenece al ayer, y pensar en retroceder el tiempo suena excitante, y saber que no podré hacerlo frustra aquel instante, ese preciso momento en el que si pudieras cambiar un hecho de aquellos tiempos con tan solo un cerrar de ojos suena ideal, y que sin embargo, debes de aceptar que todo lo sufrido fue fatal, un mal necesario que te sirvió para hacerte más fuerte, y liberarte de los tormentos y pesares que sufrió tu mente.

Un mirar hacia delante, dejarte guiar por una luz en medio de esa oscuridad penetrante,  solo así salir del túnel por el que caminas y comenzar a construir tu mañana aunque todo parezca estar en tinieblas o te encuentres frente a frente con un muro. ¡Sáltalo! ¡Derríbalo! el poder lo llevas dentro, cuando comprendas todo eso, volverás a estar contento.

Y es que no es suficiente solamente el desear, si bastase tan solo respirar, nada importaría ya para cambiar el hecho de que un día te pudiste enamorar. Y la verdad es que hace falta más que todo eso para superar todo aquello que una vez te hizo llorar, las ganas nacen de tu fe, la fuerza se impulsa de ellas, el impulso te hace caminar, y es andando que vuelves a encontrar regado por el piso retazos de amor que cada vez que los reúnas lo irás creando hasta que una vez ya completo…explote.

En ese momento una lluvia de felicidad caerá en un ambiente de ilusión, nueva luz, nueva esperanza, fruto de tu esfuerzo y tus ganas de vivir, sin dejarte morir en ese camino lleno de obstáculos que te tenía atrapado en el pasado. Al salir del túnel mira al cielo, mira al sol y mira a tu alrededor, la luz de ese astro te cegará para que no vuelvas a ver más desgracias, y verás con tus ojos del corazón, encontrarás perfección en cada girar, cada vuelta una sorpresa, cada instante un momento que vivirás consciente de que puedes aún…respirar.

De la novela Cuando se grita en silencio de Giancarlo Trigoso (Págs. 71-72)