miércoles, 21 de noviembre de 2012

¡Tómame o déjame!



Y cuánto daría yo por no ser quien en realidad soy, cuánto quisiera poder darte solo momentos de dicha y felicidad, y por el contrario te hago daño día a día, te arrastro en un martirio sin final.

Soy como una maldita droga, tan emocionante y a la vez tan tóxico. Veneno para tu ser, excitación para tus sentidos. Tan peligroso que autodestruyo si no consigues el antídoto.

Como una típica historia de amor entre humanos y vampiros, soy aquel monstruo que tiene sed de tu sangre, tan dañino que si no controlo mis impulsos puedo acabar con tu vida. Y es aquí en donde pelean mi mente y mi razón, el egoísmo y la abnegación, retenerte aún cuando se cuánto mal te hace mi ser, o dejarte ir para que logres vivir una vida plena de satisfacción y cosas buenas que en realidad mereces. Es mi tonto corazón aquel que lucha y se aferra, aquel que quiere obligarte a desarrollar los anticuerpos necesarios para que mis toxinas no te maten, sin saber si en verdad morirás en el intento o lograrás volverte inmune para seguir conmigo en esta vida, pero la cordura de la mente se abre paso, y piensa que es lo justo dejarte ir para que no sigas más sufriendo.

Lo lamento amor mío, el dolor te está matando, mi forma compleja de ser te está agotando, y no puedo remediarlo. No es solo en mi en donde se inició una batalla en la que el corazón está ganando, el tuyo te obliga a quedarte aún sabiendo cuánto daño te estás haciendo, y en tus bellos ojos se percibe el cansancio, en tu linda sonrisa se nota el dolor, en tus fríos labios se siente como vas muriendo, y en tu cabeza tú ya tienes la respuesta.

Huye amor, huye antes de que sea tarde. Sálvate de las llamas de este infierno, el mismo que tiene mi nombre. Yo soy dañino y tú no debes amarme. Quédate amor, quédate por que aún es muy pronto para rendirse. Lucha por la belleza del paraíso que construiremos cuando encontremos el remedio. Soy tu luz y no debes abandonarme.

Como la letra de aquella canción es un "peligroso amor, amor amargo, amor tan dulce, amor tan tierno, amor que duele, amor que hiere, amor que endulza, amor que quema, amor que enferma, amor que llama, amor... que mata..."

Por eso, tómame o déjame, amor mío, que sea cual sea tu decisión, siempre será la correcta. No me pidas decidir que quien muere poco a poco no soy yo y lo lamento...

¡Tómame o déjame!