sábado, 24 de diciembre de 2011

Un Mensaje de Navidad


Esta noche es Noche Buena y mañana Navidad. Y quizás para algunos no signifique nada, pero para otros son días particularmente especiales en el que compartimos un singular sentimiento, una mezcla de melancolía con alegría, un poco de tristeza recordando aquellos tiempos en las que compartíamos con nuestros seres queridos, aquellos que hoy quizás ya no estén más con nosotros, no solo aquellos que emprendieron un viaje astral sino aquellos que por diferentes motivos tuvieron que partir de su ciudad en busca de un mejor futuro en el exterior.

Muchos quizás disfrutarán de una rica cena en familia, muchos otros quizás tan solo dormirán viendo un poco de tv desde la soledad de su dormitorio, en compañía más que de sí mismos. Muchos otros tan solo vivirán un día más común y corriente porque el dinero no les alcanza para festejar, muchos tantos estarán trabajando y siguiendo un horario en alguna tienda que abre 24 horas porque el deber los obliga. Y así veremos que cada persona vive su propia historia en la cual es protagonista de aquella novela llena de tristezas y alegrías con las que todos convivimos día a día.

A veces la vida puede ser difícil, nadie dijo que nunca lo sería. La vida no viene con un manual guiándonos por el camino correcto, diciéndonos qué hacer o qué decidir. Somos dueños de nuestro propio destino, y cada acción que tomamos tendrá una consecuencia. Está en uno decidir correctamente qué clase de vida queremos tener. Si una en la que nos lamentaremos por cada pesar que tenemos que padecer, o alguna en la que rescatemos cada cosa buena que nos sucede.

No hay por qué ver el vaso medio vacío, hay que verlo SIEMPRE medio lleno. "No hay mal que dure cien años",  "después de la tormenta siempre llega la calma", y mi dicho favorito "todo pasa", las heridas cicatrizan y aunque a veces nos marquen por siempre... hay que verlas como marcas de guerra, de aquella que no nos mató, aquella que tal vez nos tumbó, y con la cual aprendimos a levantarnos.  Todo está en uno mismo, el sentido de supervivencia que no debemos jamás olvidar. La depresión y el abandonarse no es una opción, mas si el ponerse de pie y seguir pensando que algo bueno o mejor está por suceder.

No dejemos que la esperanza se pierda, no dejemos que la fe se quiebre. No porque al despertar veas el día nublado significa que el sol no haya salido como cada mañana para llenar este planeta de vida y belleza por todos lados. Busca en la sonrisa de un niño la maravilla y el regalo de la vida, busca en aquel anciano la ternura y la admiración por la experiencia, busca en cada planta y árbol el oxígeno que necesitas para respirar, busca en cada animal la fascinación y el encanto de su especie, busca en cada paisaje la calma y la perfección de este planeta.

En esta Navidad pido mucha paz, mucha unión y mucho amor para cada uno de ustedes. Dejen atrás los malos momentos, y conserven los más lindos recuerdos. Miren en retrospectiva y vean cuánto han logrado superar hasta el día de hoy. Visualicen su futuro lleno de dicha y éxito. Y sientan que nada es imposible cuando se tiene el optimismo necesario para sobrellevarlo todo y luchar por sus propios ideales.

Esta Navidad es tiempo de reflexión y de compartir. De abrir nuestros corazones y entregarnos a un mundo nuevo en el que cada uno puede ser mejor.  Por mi parte  solo puedo regalarles lo que pienso, y el mejor regalo que puedo recibir es saber que mis palabras tocaron sus corazones y les dieron el aliento necesario para haberles sacado una sonrisa y haberles devuelto algo de esperanza.

Feliz Navidad te deseo de todo corazón a ti que estás lejos de tu tierra, a ti que pasarás la noche solo o sola en casa, a ti quien esta noche pasarás la primera navidad sin aquel ser querido por su partida, a ti quien estarás trabajando lejos de tu familia, a ti quien estarás celebrando con los que más quieres, a ti, a ti y también a ti.

Feliz Navidad para todos y cada uno de ustedes de todo corazón les desea su amigo Giancarlo Trigoso

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