martes, 31 de julio de 2012

Tan solo una llamada



Los días pasan ¡es cierto! Y el tiempo parece poder curar las heridas que sangran, como si fuese remedio de todos los pesares, de todo el dolor, de toda la tristeza. Sin embargo, la nostalgia a veces tan solo aparece de la nada, al ver una foto o escuchar una canción, al vivir luego un recuerdo intenso y tan lúcido como aquel instante real en el que las penas eran alegrías.

Imposible no pensar, imposible no recordar. El vivo recuerdo permanece. Aquella imagen está ahí clavada en la mente, sentida en el corazón. Y ¿cómo le hago frente a todo esto?, ¿cómo censurar en mi memoria aquello que aún quiero conservar?, ¿cómo vivir sin melancolía cuando se extraña?

A veces me mantengo ocupado, a veces me distraigo con lo que sea. Los amigos, los verdaderos amigos, muchas veces están ahí en los peores momentos, aunque a veces, en compañía de todos es posible aún sentirse solo.

Rodeado de muchas personas, pero atrapado en  esa caja de cristal, en donde grito sin ser escuchado, en donde hago señas sin ser visto, es imposible no perder la fe y hasta enloquecer. De repente alguien a miles de kilómetros me ve y me escucha. Alguien que siempre está ahí presente en mis pensamientos, protagonista de mis sueños, como musa de mi inspiración, quien me recuerda que no hay tiempo ni distancia que pueda separar dos almas que fueron atadas por el sentimiento y el deseo, más que perfecta combinación.

De repente el teléfono, tan solo una llamada, aquella tan inesperada. Una voz que me sedujo, una voz que me sorprendió, que me tranquiliza; aquella voz que tanto añoraba, dueña de mis recuerdos, culpable de mis lamentos. Ahí de nuevo, calmando mi angustia, recordándome que cerca o lejos, ayer, hoy o mañana, está ahí... por mí y para mí.

Gracias... ¡también me hacías falta!

1 comentario:

  1. Bellisimo! Me senti identificada, porque me estoy sintiendo igual que vos y es horrible, ver fotos del pasado y querer volver el tiempo atras, pero siempre hay que mirar para adelante Gian, SIEMPRE!
    Fuerzas, vos podes!

    Lia Julieta, admiradora de tus palabras!

    ResponderEliminar